Las ventas minoristas en los Estados Unidos se estancaron en septiembre frente a la alta inflación que afecta al país y la suba en las tasas de interés, según informó el Departamento del Comercio con sede en Washington.
Las ventas minoristas –medidas por su valor y excluyendo a la nafta- solamente subieron 0,1% en septiembre frente al alza de 0,4% en agosto, según la agencia de noticias Bloomberg.
Las perspectivas son aún peores si se considera que siete de las trece categorías del índice han registrado una merma en las ventas, incluyendo las concesionarias de autos, las tiendas de muebles, artículos deportivos, materiales de construcción y productos electrónicos.
Las cifras del reporte, no obstante, excluyen algunas categorías de servicios, donde los estadounidenses han volcado últimamente su consumo.
Si bien no está claro cuál fue el impacto del huracán Ian que provocó grandes daños en Florida y partes de Carolina del Sur, el estancamiento en las ventas respondería al impacto de la inflación en el poder de compra de los consumidores, los cuales se restringen cada vez más a la adquisición de bienes esenciales.
En septiembre la inflación fue del 8,2% anual en Estados Unidos, con una baja de sólo 0,1 puntos frente a la de agosto y cerca del pico de cuarenta años de 9% que registró en junio, según anunció ayer la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS).
A su vez, la inflación subyacente subió de 6,3% en agosto a 6,6%, lo cual, además de representar un récord en las ultimas cuatro décadas, es un signo de que las subas de precios impactan en cada vez más sectores de la economía.
Esto golpea de lleno al bolsillo de los estadounidenses pues sus salarios no siguen el mismo ritmo de la suba de precios: el salario real perdió 3,4% en el último año.